César Rincón, el famoso torero colombiano, hoy alejado de los ruedos, pero dedicado a la ganadería, ha pasado tragos amargos en una corrida de toros el sábado pasado en Medellín, Antioquia, norte de este país.
El 'Torero de Madrid', como lo llamaron en su momento y quien debuta en una estación radial colombiana como comentarista de tauromaquia, asistió a una corrida y en medio del furor se despachó en la radio en contra de los toreros que protagonizaban el espectáculo, según cuentan testigos de lo ocurrido.
Sin embargo, lo que no había contado Rincón era que los toros eran de su propiedad y según Santiago Tobón, director Ejecutivo de la plaza de toros La Macarena, eran los malos del paseo y no los toreros, como se dijo en la transmisión.
Las palabras de César Rincón han causado revuelo. El público asistente rechifló sus comentarios radiales y el matador tuvo que ser evacuado de la plaza a escondidas, en carros distintos del suyo para pasar desapercibido y con seguridad para evitar que fuera atacado por los asistentes a la corrida que, aunque lo admiran, no aceptaron sus palabras.
Santiago Tobón, ha dicho en la emisora La W, "que César Rincón y sus colegas de la emisora defendieron la corrida más de lo que la debieron haber defendido y entraron en una discusión con los aficionados que iba pasando a mayores".
Críticas
El empresario de la tauromaquia paisa, comenta que al torero colombiano lo esperaban en la calle "como decimos nosotros, con las uñas afuera porque a la plaza llegaron algunos aficionados con pancartas, criticando lo sucedido y se iba armando una pelotera que no pasó a mayores".
Rincón fue evacuado en un carro de pertenencia de Tobón para distraer a la afición "porque buscábamos que no hubiese un altercado o problema en la parte exterior. Fueron más los gritos que se registraron (...)", insiste el empresario.
Lo que ha quedado en la opinión pública de este país es que Rincón, uno de los mejores toreros que ha parido Colombia, debió declararse impedido de opinar en una corrida donde los toros le pertenecían.
Al menos, Santiago Tobón asegura que no debió comentar el espectáculo ya que no puede ser juez y parte. "Le he dicho, como gran amigo, que en las corridas de sus toros debiera hacerse a un lado y dejar que otros las comenten. Él tiene sus argumentos. Creo que hubo demasiado compañerismo de sus compañeros de la radio y el público no lo vio bien", precisa el empresario a La W, al asegurar que la culpa no es de los toros, "sino de seres humanos que se sintieron muy amigos y defendieron lo indefendible".
El tema se puso tan candente que el cronista Víctor Duisabá Rojas, en su columna del periódico El Colombiano de Medellín y titulada 'Sin Toros y al Borde de un botín', describe en su primer párrafo que "poco a poco, toro a toro, las cañas se fueron haciendo lanzas y lo que era una tarde de fiesta terminó convertida en esto que causa pena: un motín. Porque, señores, mucho, muchísimo, va de dar una bronca, de esas en las que los aficionados expresan su descontento... A pasar de la raya y lindar con la agresión personal a Rincón".
Cesar Rincón, ha respondido a la prensa y ha dicho que el toreo es de pasiones y la ética es la que tiene que salir por encima de cualquier cosa. "He sido más objetivo echándome agua sucia para que mis otros colegas ganaderos no digan que lo que hago es defender. Yo creo que he sido muy objetivo, no es la primera corrida de toros donde yo hago los comentarios de mis toros y de otros ganaderos".
Y agrega: "Hay toros malos, buenos o puede salir un petardo de corrida de toros. Estamos en una libertad de expresión y se pueden decir las cosas. Ahí es cuando yo digo que no estoy de acuerdo con los aficionados que de una u otra forma hablaron y dijeron cosas feas de mí. Hay está la polémica". César Rincón seguirá comentando por ahora las corridas de toros en Colombia. Los aficionados deberán seguir escuchando sus palabras gústeles o no. El Mundo