terça-feira, 31 de maio de 2011

La maestra que cantó entre las balas se convierte en una heroína

Hasta el sábado pasado, era una maestra a secas, una profesora de guardería anónima (fuera del círculo de sus pequeños alumnnos) y casi normal. Casi porque ella, como otros colegas que se dedican a la enseñanza en estados como Nuevo León, ha tenido que aprender algunas habilidades imprescindibles en las aulas: el protocolo sobre cómo actuar en caso de tiroteo.


Y eso, que para estos profesores es casi normal, es lo que ha hecho a esta mujer famosa en todo el mundo. La razón, el vídeo que grabó con su teléfono móvil en pleno tiroteo para hacer ver la realidad de una situación semejante dentro de un aula llena de niños. Alguien colgó el resultado en Youtube y así supimos que mientras mataban a cinco personas a muy pocos metros de la guardería, dentro, ella intentaba distraer a los pequeños con canciones.
Ahora sabemos también que ella se llama Martha Rivera Alanís y que sus 'gotas de chocolate', sus cariñosas palabras y su temple la han convertido en una heroína nacional. Esta misma mañana, ha recibido un homenaje oficial del Gobierno del Estado, con entrega de diploma incluido.
"Me siento muy orgullosa de mis niños porque ellos fueron los que me dieron el valor, me dieron el coraje para actuar de esa manera", ha declarado la maestra ante el gobernador Rodrigo Medina. "En nombre de todos los maestros que manejamos los mismos y nos comportamos de la misma manera les agradezco sus comentarios, sus buenos detalles, y pues a seguir adelante".
"Por su destacado valor cívico al aplicar los protocolos de seguridad en una situación de riesgo en el entorno escolar y sobre todo por su vocación de servicio de amor a los niños de Nuevo León", se lee en el reconocimiento que le ha entregado este lunes Rodrigo Medina.
Martha ha reconocido que habitualmente no graba cuando se produce un tiroteo, pero que esta vez lo hizo para mostrar la realidad y documentar las actuaciones en su escuela, donde es responsable del programa de seguridad.
De los efectos en su fama mundial, por supuesto inesperados y no buscados por la profesora, habla un dato: el sábado por la mañana, tenía 29 seguidores en su cuenta de Twitter (#mrivera1276), que este lunes superan ya los 2.200. Y todos los mensajes dicen lo mismo: felicidades.
EL MUNDO