Al menos 66 personas han muerto y otras 80 han resultado heridas en el atentado suicida al término de la oración del viernes contra una mezquita que ha quedado destruida en Pesahwar, en el noroeste de Pakistán, según han informado responsables del Gobierno provincial. Otro ataque con granadas a las afueras de esta localidad y también contra una mezquita ha causado al menos seis víctimas mortales y una decena de heridos.
El primer ataque de la jornada, el más sangriento en Pakistán desde septiembre, se produjo en Darra Adam Khel, un suburbio de Peshawar, capital de la provincia de Jyber-Pajtunjwa. "El balance de muertos ha aumentado y podría seguir aumentando", ha indicado un alto responsable del gobierno provincial, Shahid Ullah, precisando que además hay 80 heridos, muchos de los cuales se encuentran en estado grave.
Unas 300 personas se habían congregado al término de la oración cuando el terrorista entró en el hall principal de la mezquita Waali y se inmoló, según testigos. "Acababa de terminar las oraciones cuando hubo una gran explosión, fue aterrador", ha relatado Mohib Ullah, de 15 años.
Imágenes de la televisión paquistaní muestran a mujeres llorando y gritando y niños llevados en camillas y sillas de ruedas por los servicios de emergencia. Residentes de la zona han asegurado que el ataque podría ser consecuencia de una larga rivalidad entre grupos milicianos de la región.
Según responsables del hospital Lady Reading, en Peshawar, entre los fallecidos hay al menos dos niños. Algunos residentes han apuntado a que el atentado podría ser resultado de una disputa entre grupos islamistas rivales. El de hoy ha sido el atentado más sangriento en Pakistán desde el ataque suicida contra una procesión chií en Quetta (suroeste) en el que murieron 54 personas.
El País