terça-feira, 14 de dezembro de 2010

La economía de América Latina crecerá un 6% en 2010 y un 4,2% en 2011

La economía de América Latina y el Caribe retomó este año la senda del crecimiento con un incremento del 6%, tras la caída del 1,9% que experimentó el pasado año, aunque su expansión se moderará hasta el 4,2% en 2011, según un informe difundido este martes por la Cepal en Chile.
Las medidas contracíclicas aplicadas por los gobiernos de la región y la rápida recuperación de la economía internacional permitieron a la región salir del bache en que cayó en 2009, explicó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
De acuerdo con el "Balance preliminar de las economías de la región en 2010", la subregión más dinámica ha sido América del Sur, con una expansión del 6,6%, mientras que México y Centroamérica cerrarán el año con un crecimiento del 4,9% y la zona del Caribe, de sólo el 0,5%.
La expansión regional del 6% está por encima de las previsiones de la Cepal, que en junio pronosticó un aumento del 4,5% para 2010, y permite dejar atrás la contracción de 2009 para retomar la dinámica expansiva que se prolongó entre 2002 y 2008.
Por países, Paraguay lidera el crecimiento en la región, con un 9,7%, seguido de Uruguay, con un 9%, y de Perú, con un 8,6%.
Detrás se sitúan Argentina (8,4%), Brasil (7,7%), República Dominicana (7%), Panamá (6,3%) y Chile y México, ambos con un 5,3%.
En el terreno positivo también se encuentran Costa Rica y Colombia (ambos con un 4%), Bolivia (3,8%), Ecuador (3,5%), Nicaragua (3%), Honduras y Guatemala (ambos con 2,5%), Cuba (1,9%) y El Salvador (1,5).
Las dos únicas economías que se contraerán en 2010 serán las de Venezuela, con un 1,6%, y la de Haití, que se desplomará un 7%.
El crecimiento económico regional se traducirá este año en un aumento del 4,8% en el producto interno bruto por habitante, que en 2009 cayó un 2,9%, así como en una caída de la tasa de desempleo, que pasará del 8,2% en 2009 al 7,6% en 2010.
La reactivación estuvo acompañada de un ligero aumento de la tasa de inflación, que pasó del 4,7% en 2009 al 6,2% en 2010, debido al encarecimiento de los precios de algunos productos básicos, como los alimentos y los combustibles, indicó la Cepal.
Sin embargo, en el segundo semestre de 2010, el organismo regional de Naciones Unidas ha observado distintos factores que hacen prever un escenario menos optimista para 2011, cuando se prevé una moderación del crecimiento hasta una tasa del 4,2%.
Esto supondrá un alza del 3% del PIB per cápita y una nueva caída de la tasa de desempleo, que se situará en el 7,3%.
Todos los países registrarán tasas positivas de crecimiento, aunque la subregión más dinámica volverá a ser América del Sur, con un 4,5%, seguida por Centroamérica (3,6%) y el Caribe (2,2%).
Haití, cuya economía se contraerá este año un 7%, liderará en 2011 el crecimiento en la región con una expansión del 9% debido a la reconstrucción tras el terremoto de enero y a la ayuda exterior, explicó la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.
Por detrás se situarán Panamá (7,5%), Perú y Chile (ambos con 6%), Uruguay y República Dominicana (ambos con 5%), Argentina (4,8%), Brasil (4,6%), Bolivia (4,5%), Paraguay y Colombia (ambos con 4%).
Entre los países con tasas de crecimiento más moderadas se encuentran México y Ecuador (ambos con 3,5%); Cuba, Guatemala, Costa Rica y Nicaragua (con 3%), y Venezuela, Honduras y El Salvador, con un 2%.
Entre los indicadores que auguran una moderación del crecimiento en 2011 destaca un menor impulso sobre la demanda proveniente de las políticas públicas y un agotamiento de la capacidad de producción excedente, así como la incertidumbre sobre la recuperación de las economías desarrolladas.
A esto se suma el aumento de la fortaleza relativa de los países emergentes, especialmente los de América Latina y el Caribe, lo que ha generado un mayor flujo de capitales hacia la región y una apreciación de sus monedas.
La Cepal advierte de que esta entrada de capitales, si bien no supone un peligro a corto plazo, sí puede tener efectos negativos a largo plazo, ya que la elevada liquidez mundial presionaría a la baja los tipos de cambio real y elevaría los precios de los productos básicos. El Mundo