quinta-feira, 30 de dezembro de 2010

Los bolivianos salen a la calle al grito de 'Evo, traidor' y 'Evo, dimisión'

La calle habla. Y a Evo Morales no le gusta. Esta mañana La Paz era una. Toda la gente se ha echado a la calle para protestar por lo que encuentran un abuso de un presidente que ya no les representa. El 'Gasolinazo', tal y como han apodado el decreto de Morales, llevará a la quiebra a multitud de familias, según dicen.
"Evo se ha hecho demasiado amigo de Chávez y nos quiere llevar a la ruina", comenta una anciana. El pueblo habla y está claro. A nadie le ha gustado que durante el mensaje de Nochebuena, el presidente les dijera que iba a aumentar hasta un 87% el precio del carburante. Ayer a la desesperada se emitió un decreto aumentando los salarios un 20% para el año 2011. Algo insuficiente para la mayoría de familias.
Los precios en Bolivia son bajos, mayoritariamente debido a la precaria economía del país. Pero las subidas que se preparan son algo que prácticamente nadie podrá soportar. "Una barra de pan cuesta 60 céntimos de boliviano, y ahora lo van a aumentar a 1.5 bolivianos", dice desesperada una madre de familia que camina junto a su hija mayor en la manifestación. La inflación en los precios es lo que más preocupa a los bolivianos. Si sube el precio de la gasolina se encarecerán los transportes y con ello los alimentos y todos los productos.
La calle grita. A voces de "Evo, traidor" y "Evo, dimisión" la manifestación ha circulado por toda la ciudad recorriendo la mayoría de calles principales. Todo el pueblo está unido y enfadado. La crispación se respira en el ambiente. "Esperamos refuerzos para la manifestación de esta tarde" me comenta un hombre, y las calles abarrotadas de gente. "Han amenazado a muchos funcionarios a no abandonar su puesto de trabajo, pero luego se nos unirán".
La Federación de Juntas Vecinales de El Alto, causantes mediante sus protestas de la renuncia del anterior presidente Gonzalo Sánchez de Lozada por la subida del carburante, han dado un ultimátum al presidente para que revoque el "Gasolinazo". A las doce de la noche de hoy empezó la huelga indefinida de transportes. Las calles se han vaciado de vehículos y se han llenado de gente.
Ya ayer se podía ver el pánico de la gente recaudando víveres y combustible ante el posible aumento de precios. Muchas sedes bancarias mostraron disturbios, teniendo que la policía intervenir, la mayoría de gente se apresuraba a retirar todo su dinero temiendo una bancarrota total del país.
La confianza de los bolivianos en su presidente, Evo Morales, ha caído drásticamente. Se ha bloqueado el acceso total a la Plaza Murillo, donde está ubicado el Palacio de la Presidencia y reinaba un silencio predominante ante la presencia de fuerzas de la policía. A lo largo del día de hoy, las Fuerzas Armadas han sido convocadas durante esta tarde para repartir a la población "pan de batalla" al precio de 40 centavos ante la presión de la situación.
Se espera una multitudinaria manifestación a partir de las tres de la tarde, reuniéndose en la calle de Uruguay para llegar a la Plaza Murillo. La gente habla y no dicen nada bueno. El sentimiento presente en 2003 ha regresado y no parece que se vaya a ir pronto. Están cerrando todas las tiendas de las calles. Nadie se atreve a mantener las puertas abiertas. El Mundo