terça-feira, 4 de janeiro de 2011

La otra heredera de Lula

La última semana del año, las quinielas políticas en Brasil no conseguían ponerse de acuerdo sobre quién tendría mayor protagonismo en la ceremonia de investidura de Dilma Rousseff. ¿Sería ella misma, en su primer día al frente del gigante sudamericano, o bien su 'padre' político, Lula da Silva, en su emotiva despedida de la Presidencia? Las apuestas no admitían terceras opciones. Porque nadie había contado con la deslumbrante presencia de una rubia escultural que acabó atrayendo todas las miradas y desencadenando una marea de interrogantes.
"¿Quién es la que va cogida del brazo del vicepresidente?", se preguntaba la gran mayoría de los brasileños que poco antes de las cinco de la tarde del sábado veían por televisión cómo aquella joven espigada acompañaba a Michel Temer, el nuevo 'número dos' de la República, en su subida a la rampa del Palacio de Planalto.
La expectativa era lógica. No sólo por la belleza y elegancia de la invitada -con una larga trenza que caía sobre su hombro al aire-, sino también por la diferencia de edad con el hombre que caminaba a su lado. Algunos pensaron que se trataba de una de sus hijas. Otros, medio en broma, medio en serio, fueron bastante más allá en Twitter y en foros de Internet: "Debe de ser la nieta del 'vice', representando a su abuela".
Nada de eso: Marcela Tedeschi Araújo, de 27 años, es la esposa de Michel Temer... de 70. Y no son precisamente recién casados: contrajeron matrimonio en julio de 2003, cuando Lula apenas llevaba unos meses en el poder.

Cita a tres bandas

Marcela nació en Paulínia (São Paulo) cuando su actual marido caminaba ya hacia los 43 años y tenía tres hijas rondando la adolescencia. Nada hacía prever que en algún momento sus vidas acabarían cruzándose de aquella manera.
Pero así ocurrió. Fue en 2002, con la excusa de una fiesta del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Ella le envió un e-mail y él la invitó a salir, quizá sin contar que la joven se presentaría con su madre a la cita. El imprevisto no rompió el flechazo: cuatro meses después, la casi veinteañera y el aún sexagenario eran marido y mujer.

De las pasarelas al Derecho

Era el tercer matrimonio de Temer, uno de los políticos más influyentes de Brasil. Impulsada por él, Marcela se alejó de su prometedora carrera en las pasarelas -llegó a ser 'miss' en su ciudad- para matricularse en la Facultad Autónoma de Derecho en São Paulo. Y sólo no ha podido proseguir por ahora su carrera como abogada porque al mismo tiempo que la licenciatura llegó su primer bebé, llamado como el padre y apodado cariñosamente Michelzinho.
Para la estrella de la investidura de Dilma, en el amor no hay barreras que valgan. "En nuestro caso [la relación] no tiene edad", aseguró en una entrevista publicada este lunes por el diario 'O Estado de S. Paulo'. "Es como si Michel tuviera 30 años. Hace gracia decirlo, pero es verdad. Él tiene su pasado, pero nuestra vida es normal como la de cualquier pareja que se quiere mucho. Y después de casi siete años casados, la llegada de Michelzinho nos ha unido todavía más". El Mundo