Marilyn Monroe sigue valiendo su peso en oro, 50 años después de su desaparición por una sobredosis de barbitúricos. Una empresa con sede en Nueva York, Authentic Brands Group, anunció este viernes que pagará 50 millones de dólares por hacerse con los derechos del nombre y la imagen de la actriz californiana, con la intención de crear nuevos productos como una línea de ropa, artículos para el hogar e incluso películas, como en los viejos tiempos.
Claro que será usando tecnología y con la idea de que Monroe participe en futuras series de televisión y en cintas de Hollywood, creando quizá una tendencia para que se incorporen otras leyendas ya fallecidas de los años dorados de la meca del cine.
El plan fue de Jamie Slater, el empresario canadiense y presidente de Authentic Brands Group —con sede en Nueva York—, que pretende lavar la imagen de Norma Jean con productos más elegantes y que tengan relevancia en el mercado.
"No estamos realmente interesados en baratijas ni basura", aseguró Slater al 'New York Post' sobre su estrategia comercial. "No es que no me parezca un buen negocio, productos como calendarios, posters y gafas de sol, pero eso no es lo que queremos hacer con Marilyn Monroe".
La sociedad, en la que también estará involucrada la empresa National Collectibles, contará con Anna Strasberg, tercera mujer del célebre Lee Strasberg por su "método" para actores como James Dean, Marlon Brando o Robert de Niro. Monroe, que también pasó por las manos del ilustre profesor para hacerse un hueco en la industria, mantuvo una estrecha amistad con Anna Strasberg, que desde la muerte de la actriz en agosto de 1962 se encarga de gestionar su patrimonio.
"Realmente me quedé impresionada con la clase de ideas creativas que han puesto sobre la mesa", dijo Strasberg, quien espera renovar la imagen de su representada con esta operación.
Una vez que está disponible la nueva línea de ropa, en la que se incluirán bolsos y perfumes, se retirará parte de los antiguos productos con la imagen de "la ambición rubia" de puntos de distribución tradicionales, como Times Square en Nueva York. El Mundo