segunda-feira, 28 de fevereiro de 2011

Una enferma terminal en Argentina pide a la presidenta una ley de 'muerte digna'

Una joven postrada por una incurable enfermedad degenerativa del sistema nervioso reclama a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, que impulse en el Parlamento el debate de una ley que permita la "muerte digna" de enfermos terminales.
"Yo les ruego (a los médicos) cada día, no sé cómo pedirles que me duerman para poder estar en paz", aseguró Melina González, de 19 años, en una entrevista que publica este lunes el diario bonaerense.
"No es digno vivir así: tengo paralizado todo el cuerpo y lo poco que siento me duele", se lamentó la joven, que pesa sólo 18 kilos, y permanece postrada desde hace meses en el hospital público Garraham de Buenos Aires.
González, a quien en 2009 le extirparon un tumor maligno, padece desde su infancia una neurofibromatosis tipo uno, una enfermedad degenerativa del sistema nervioso, además de una severa afección que le ha deformado la columna vertebral.
El tribunal de ética médica del sanatorio rechazó a comienzos de mes una petición de González para que se le suministren los sedantes que sean necesarios para permanecer inconsciente hasta la muerte por considerar que la enfermedad que padece no es terminal.

Sin legislación

Argentina carece de una legislación nacional sobre el trato a pacientes terminales y de las 23 provincias del país sólo una, Río Negro, cuenta con una regulación en esa materia.
"No puedo sostener ni una taza y tengo que estar acostada. Me ahogo, no puedo respirar: no es vida, no quiero seguir así", afirmó la joven al insistir en la petición de que la "duerman" hasta que le sobrevenga la muerte.
"Vamos a ver si la presidenta Fernández se ocupa: ella puede pedir que el Congreso se reúna, podría crearse un tribunal de salud para evaluar estos casos", apuntó.
González opinó que los médicos rechazan su petición "porque tienen miedo, porque hay gente que confunde el descanso, una sedación paliativa, con la eutanasia".
En este sentido, insistió en que reclama que se le suministren somníferos para perder la conciencia de su grave estado.
"Yo creo que como el mío hay un montón de casos similares y estaría bueno que haya una ley que nos ampare", subrayó.
En 2009, cuando le fue extirpado un tumor maligno, la joven había dejado por escrito su decisión de que no la mantuvieran con vida por medios artificiales.
"Los médicos piensan que voy a poder salir a bailar la conga. Ahora intentan darme medicación pero ya no me hace efecto: mi cuerpo la rechaza. Si ellos hubieran aceptado mi decisión, desde hace tiempo no estaría sufriendo todo esto", puntualizó la joven. El Mundo