sexta-feira, 29 de abril de 2011

Alfredo Bryce celebra 40 años de su novela 'Un mundo para Julius'

El escritor peruano Alfredo Bryce Echenique celebró en Lima los 40 años de su primera novela, "Un mundo para Julius", con la presentación de una edición conmemorativa en la que reveló secretos e influencias cinematográficas y musicales que marcaron esta obra.
Durante la ceremonia, en la que se destacó la vigencia y actualidad de un libro que sigue entre los preferidos de los lectores peruanos, Bryce elogió la noche del jueves la edición publicada por el sello español Alfaguara.
Tras agradecer por un "libro estupendamente editado", el narrador ofreció detalles sobre su escritura, en un París al que había llegado para seguir algunos de los postulados del norteamericano Ernest Hemingway: sobre todo ser pobre y escribir mucho.
"La diferencia era que Hemingway era pobre en dólares y yo en soles peruanos", comentó haciendo estallar la risa entre los asistentes a la presentación.
Al referirse a su novela, el escritor reveló que nació de la "honda insatisfacción" que tuvo tras publicar el libro de cuentos "Huerto Cerrado" (1968), que le pareció "muy académico" y sin el clima y el humor de los limeños.
"¿Cómo nace Un mundo para Julius? Por un lado, la insatisfacción por Huerto Cerrado, pero (luego) en la escritura de (el cuento). Con Jimmy en Paracas descubrí mi estilo, y a los autores que me habían influido sin haberlos leído, como Salinger; y ahí también descubrí lo poco que Hemingway me gustaba, porque a mí lo que me gustaba de Hemingway eran la juerga y los toros", acotó.
Bryce también recordó que por entonces estaba casado con Maggie Revilla, su primera esposa, quien lo conminaba a dejar de escribir cuando llegaba el verano para irse de vacaciones a España.
"El libro está dedicado a Maggie, si hoy lo volviera a escribir se lo volvería a dedicar, aunque a ella le molestaría", afirmó, para luego señalar que ella lo conminó un día a terminar la novela de inmediato, bajo la amenaza de abandonarlo, algo que tuvo que cumplir "porque si no, hasta ahora la estaría escribiendo".
Ofreció también detalles como que llamó a la madre de Julius "Susan Darling" por una película en la que actuaba la británica Julie Christie.
"El mechón de Julie Christie en (la película) "Darling", de ahí salió Susan Darling", reveló para luego decir que, por eso, Susan "es una madre sin apellido".
Bryce dijo, además, que el nombre del padrastro de Julius, Juan Lucas, lo tomó de una copla flamenca que escuchó durante un viaje a España.
"La novela se escribía porque era novela y vida; nunca he sabido dónde está la frontera que separa la vida y la ficción, he sido un escritor intuitivo y vital, parece mentira que me hubiera ido a París para escribir y que ahora hayan pasado 40 años y esté acá", reflexionó.
Durante la presentación, el escritor peruano Raúl Tola aseguró que la novela de Bryce ha sido "un hito en la vida" de muchas personas y destacó "la humanidad y sentido del humor" que recorren sus páginas.
El crítico literario Ricardo González Vigil alabó, a su vez, "los frescos 40 años" de una novela que "a muchos lectores ha enriquecido, ha modificado".
"Además de su enorme calidad literaria, es un libro que ha enriquecido el imaginario peruano", aseguró para luego decir que "es una novela que es un clásico, perdurable, que está al margen de toda discusión y ha soportado todo tipo de análisis".
El crítico dijo que "la gente cree que Alfredo es Julius por el tono del libro" y que se trata de una obra que "como la gran literatura, nos hace entender la naturaleza humana".
La española Mercedes González, del grupo Santillana, confesó, en su turno, que la edición conmemorativa del libro de Bryce ha sido "uno de los momentos más importantes" de su vida.
"Hay muy pocos libros que van a pasar a la historia de la literatura y Un mundo para Julius tengo la seguridad de que lo va a hacer", concluyó.
La reedición de "Un mundo para Julius", novela con la que Bryce ganó el Premio Nacional de Literatura de Perú, ha sido publicada con estudios críticos de los peruanos Julio Ortega, César Ferreira y Jorge Eslava. EL MUNDO