terça-feira, 31 de maio de 2011

El Gobierno brasileño dará protección a los campesinos amenazados de muerte

El Gobierno brasileño anunció este lunes que adoptará "medidas especiales" para proteger a decenas de campesinos amenazados por sus actividades contra empresarios responsables de deforestación ilegal de la Amazonia y otros delitos.
"Se va a recrudecer la fiscalización y la investigación de todo tipo de [acto] ilícito y también se fortalecerán las acciones para el desarrollo sostenible de la región", dijo a periodistas el ministro de Desarrollo Agrario, Afonso Florence.
El ministro participó este lunes en una reunión que fue convocada por el vicepresidente, Michel Temer, después de que en los últimos cinco días, en actos separados, fuesen asesinados cuatro líderes campesinos y ecologistas de diversas regiones de la Amazonía.
En la reunión fue analizada una lista elaborada por la Comisión Pastoral de la Tierra, una organización vinculada al Episcopado católico, en la que figuran los nombres de "decenas" de campesinos amenazados de muerte, al parecer por empresarios o grupos vinculados a la deforestación ilegal de la región amazónica.
Los nombres incluidos en la lista no fueron divulgados, pero el Gobierno dijo que se adoptarán "medidas especiales" para proteger la vida de cada una de esas personas.

Denuncias y balazos

La semana pasada, el dirigente campesino y ecologista José Claudio Ribeiro da Silva y su esposa, María do Espíritu Santo da Silva, que lideraban a un grupo de familias que viven de la recolección de castaña en una remota región del estado amazónico de Pará, fueron asesinados a balazos por desconocidos.
La pareja había denunciado que era objeto de amenazas, que atribuía a industriales que explotan ilegalmente maderas de alto valor comercial en una región de unas 22.000 hectáreas en la que viven cerca de 500 familias campesinas.
El pasado viernes, el líder agrícola Adelino Ramos fue asesinado a tiros en el estado de amazónico de Roraima. También había recibido amenazas y, del mismo modo, denunciaba la actividad ilegal de grupos dedicados a la extracción de maderas.
Ese domingo, en el estado de Pará, las autoridades hallaron el cuerpo sin vida de Eremilto Pereira dos Santos, quien al parecer había sido testigo del asesinato de Ribeiro da Silva y su esposa. Llevaba varios días desaparecido y, según la policía, fue asesinado de dos tiros en la cabeza, disparados a quemarropa.
EL MUNDO