segunda-feira, 22 de novembro de 2010

Degradados dos sargentos israelíes por usar a un niño palestino como escudo humano

Dos sargentos israelíes han sido degradados por un tribunal militar por conducta inapropiada durante la operación Plomo Fundido, la ofensiva sobre Gaza realizada a finales de 2008. Ambos han sido condenados por usar a un niño palestino como escudo humano, obligándole a inspeccionar unas bolsas en las que sospechaban que había explosivos, según informa el diario israelí Haaretz. Además, los dos militares han sido condenados a tres meses de libertad condicional.


Ambos fueron declarados culpables el mes pasado de imprudencia temeraria y conducta indecorosa por obligar al niño a abrir las bolsas. El niño no pudo hacerlo, por lo que le aparataron y dispararon a los bultos sospechosos, poniendo en peligro a todos los presentes, incluyendo al crío. En la sentencia, hecha pública hoy, el tribunal dice que "los deberes operacionales no garantizan la inmunidad", aunque los jueces destacan que no se puede "ignorar las difíciles condiciones en las que operan los combatientes enviados por el Estado de Israel". Los dos sargentos -según la jerarquía militar israelí eran staff sergeant, la categoría superior de la clase de tropa, por debajo de los suboficiales- han sido degradados una categoría y han recibido condenas de tres meses de libertad condicional, es decir, deberán pasar tres meses en un recinto militar si violan la ley.
Dicen los jueces que, al separar a un niño de 9 años de su madre y usarlo con fines militares, los acusados contravinieron las órdenes y actuaron de una forma que daña la "moral del Ejército Israelí y del pueblo israelí, puesto a prueba en momentos difíciles".Los hechos ocurrieron en el barrio de Tel Al-Hawa, en el sur de la ciudad de Gaza, en enero de 2009, poco antes de que finalizara la ofensiva israelí en Gaza que se saldó con cerca de 2.000 muertos entre los palestinos. Finalmente, no había nada peligroso en los paquetes.
No obstante, los jueces destacan también en su sentencia una larga lista de consideraciones que podrían haber influido en la actuación de los militares, como por ejemplo el hecho de que no intentaron hacer daño al menor, que trabajaban en condiciones difíciles, con riguroso apremio y el excelente historial de comportamiento de ambos. Además, el tribunal destaca el perjuicio que una dura sentencia habría significado para el futuro de ambos, que acabaron su servicio militar hace año y medio.
Ilan Katz, el abogado de los dos militares, ha expresado su satisfacción por la sentencia, relativamente benévola. "La única conclusión que sacamos es que podíamos haber alcanzado un acuerdo que excluyera los cargos criminales sin haber sometido a los militares a este calvario". Los dos militares tendrán a partir de ahora antecedentes penales También ha habido expresiones de satisfacción en la Brigada Givati, a la que ambos pertenecían.
Mientras, en Gaza, el chico, Majed Rabah, de 11 años ahora, y su madre, Afaf, han dicho que la sentencia es demasiado indulgente. "Deberían encarcelarlos durante un año o dos", ha declarado el chico a la agencia Reuters. "Si se hubiese expuesto a un niño israelí a lo mismo, el mundo entero se habría vuelto contra nosotros. Pero si es un niño palestino, no pasa nada", ha dicho.
El País