El Gobierno ha anunciado hoy que regulará por ley la sedación para evitar el sufrimiento a los enfermos terminales. El vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha informado durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la nueva norma, que se aprobará en marzo, garantizará que los enfermos terminales tengan acceso a los medios necesarios para que mueran sin sufrimiento. "No se trata de una ley de eutanasia, eso es una decisión personal", ha dicho el ministro.
La nueva ley, que se denominará de Cuidados Paliativos y Muerte digna, regulará las relaciones entre los médicos y los familiares del paciente cuando un enfermo terminal que está sufriendo mucho dolor ingrese en un hospital. El vicepresidente ha precisado que se trata de garantizar los derechos de los familiares, los enfermos y los médicos. "Cuando alguien está terminal, no tiene solución y lo que le espera por delante es un calvario, hoy la medicina tiene mecanismos para que la muerte que es inevitable se produzca dignamente, es decir sin sufrimiento y sin dolor", ha añadido.
Rubalcaba ha explicado que ésta es una ley al que el Gobierno concede "mucha importancia", ya que permitirá a cualquier ciudadano hospitalizado en situación terminal y padeciendo dolores "tener el derecho a morir dignamente, que es tanto como decir morir sin dolor cuando la ciencia médica permite que así sea".
El vicepresidente ha reconocido que "todo el mundo" va a entender esta ley. "Todo el mundo ha tenido una situación de esta naturaleza", ha precisado Rubalcaba, quien ha dicho que él mismo ha sufrido recientemente una situación de este tipo con un familiar.
"Se produce cuando alguien en el pasillo de un hospital recibe a un médico que le dice que un familiar, su madre, su hermano o su mujer, está muy mal, que se muere irremediablemente, y lo que es peor, nos tememos que lo va a pasar muy mal de aquí a que se muera, va a sufrir, y el familiar le dice al médico si no lo podemos evitarlo", ha explicado Rubalcaba.
Andalucía es la única autonomía española con una regulación de este tipo. El Parlamento andaluz aprobó el 17 de marzo de este mismo año la primera ley española de muerte digna, que regula los derechos y garantías de una persona en el proceso de la muerte.
Entonces, el PP votó a favor de la ley, que se aprobó por unanimidad, pero presionó para que se disgregaran tres artículos y se votaran por separado: aquellos que hacen referencia a la objeción de conciencia por parte de los médicos, un debate que se ha planteado también a raíz de la aprobación de la nueva normativa del aborto.
El País