El vicepresidente brasileño, José Alencar, fue dado de alta este jueves en el Hospital Sirio-Libanés de São Paulo después de 24 días ingresado, inicialmente por problemas intestinales y después por un infarto agudo de miocardio. El político y empresario, de 79 años, deberá regresar la próxima semana para continuar el tratamiento de quimioterapia contra el cáncer abdominal que le fue diagnosticado en 1997.
Justo una semana después de sufrir un ataque al corazón, Alencar dejó el centro médico de la capital paulista hacia las 17.00 horas y conversó brevemente con los periodistas. "Voy a descansar un poco. Salir del hospital y entrar en una rutina casera puede venirme bien", afirmó. "Me han tratado muy bien, pero los hospitales siempre cansan. Por eso estoy muy feliz de poder salir", insistió.
Mejoría 'considerable'
El 'número dos' de Luiz Inácio Lula da Silva dijo tener "mucha seguridad" de que sus enfermedades evolucionarán de forma positiva y explicó que la oclusión intestinal por la que fue ingresado el pasado 25 de octubre ha mejorado "considerablemente".
En ese sentido, el parte médico confirmó que Alencar "se encuentraestable desde el punto de vista cardiaco, presenta una mejoría en el cuadro suboclusivo y seguirá con el tratamiento para el sarcoma al que viene sometiéndose".
En manos de los médicos
El vicepresidente, cuyo nombre llegó a ser barajado como posible candidato a senador por Minas Gerais en las pasadas elecciones, ha pasado buena parte del año en manos de los médicos.
Entre otras complicaciones, en julio estuvo una semana ingresado para someterse a un cateterismo, en septiembre fue tratado de un edema pulmonar agudo y a comienzos de octubre estuvo también en el Hospital Sirio-Libanés.
El Mundo