El presidente de EE UU, Barack Obama, ha llegado esta mañana a Indonesia en la segunda etapa de su gira de 10 días por Asia. No estará mucho tiempo en el país donde pasó cuatro años en su infancia y que alberga la mayor población musulmana del mundo, ya que la erupción del volcán Merapi, que ha cobrado más de un centenar de víctimas y que sigue en activo, obligará a terminar mañana la visita, en la que, además de dedicar la visita a profundizar lazos comerciales y reforzar la democracia en el país, intentará un acercamiento al mundo islámico.
Obama y el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, han rubricado acuerdos para la colaboración sobre economía, seguridad y cambio climático, con el objetivo común de incrementar los lazos económicos y la prosperidad en ambos países.
Asimismo, durante la rueda de prensa conjunta, Obama ha criticado la política israelí de ampliar los asentamientos judíos en Cisjordania y Jerusalén este. "Este tipo de actividades no ayudan cuando se trata de un proceso de paz", ha dicho Obama, también "preocupado" por que "no hemos visto a cada una de las partes acometer los esfuerzos extra necesarios para lograr un avance".
También hoy, Obama tiene previsto hacer una señal al mundo islámico, más modesta que el famoso discurso pronunciado en El Cairo en junio del año pasado. En este caso, el gesto consistirá en la visita mañana a una de las mayores mezquitas del mundo, la de Istiqlal, en Yakarta, donde también pronunciará un discurso.
El viaje de Obama a Indonesia ha sido pospuesto en varias ocasiones y ha sido en el marco de la gira de 10 días que ha emprendido por Asia cuando por fin se ha hecho realidad. La intención de Obama es estrechar lazos con un país que, además de ser el de mayor población musulmana del mundo, es una economía en auge, la mayor del sureste asiático, además de miembro del G20.
El País