Se elevan a 313 los fallecidos en una estampida en Phnom Penh, la capital de Camboya, según un portavoz del Gobierno. Los últimos datos, facilitados en televisión por el primer ministro, Hun Sen, cifrabran en 180 las personas que habían perdido la vida, aunque Hun Sen afirmó que la cifra iba a crecer. La mayoría de las víctimas son mujeres jóvenes que han quedado atrapadas en un puente que conecta la pequeña isla Diamante, en el río Tonle Sap, un afluente del Mekong, con la ciudad, donde se encuentran varios millones de personas para conmemorar la fiesta anual del agua.
Aunque aún no hay una causa oficial del siniestro, diversos testigos afirman que la estampida se ha producido cuando, a causa del apelotonamiento, el intenso calor y la humedad, numerosas personas se han desvanecido y otras han intentado abrirse camino para escapar del tumulto. Fuentes de los servicios de emergencia han indicado que decenas de personas se han arrojado al agua para evitar ser aplastadas por la riada de gente. El primer ministro ha anunciado que la Policía ha iniciado una investigación para aclarar los hechos que será dirigida por una comisión especial.
Tras la avalancha, decenas de ambulancias han acudido al lugar de los hechos para atender a los heridos, mientras que numerosas personas, muchos de ellos llorando, se han congregado delante de uno de los hospitales locales. Esta avalancha es "la mayor tragedia" que ha ocurrido durante la fiesta del agua, ha declarado un responsable municipal.
La fiesta del agua es una de las grandes celebraciones en Camboya. Su origen es agradecer la existencia del río Mekong, que asegura a los camboyanos suelos fértiles y pescado abundante. Durante los tres días que duran los festejos, se llevan a cabo carreras de barcos, se celebran conciertos y hay espectáculos de fuegos artificiales.
El País