Una mexicana, que luchaba desde hace dos años para que se hiciera justicia por la muerte de su hija, fueasesinada de un disparo en la cabeza frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua cuando realizaba una protesta, confirmó este viernes el gobernador de Chihuahua, César Duarte.
Marisela Escobedo Ortiz, de 52 años, fue atacada por un grupo de tres hombres que inició una discusión con ella, uno de los cuales le disparo a quemarropa, informó la Fiscalía de Chihuahua, estado al que pertenece Ciudad Juárez.
Los hechos ocurrieron anoche, cerca de las 20:00 hora local (1:00 GMT), y tras la agresión Escobedo fue trasladada aún con vida a una clínica donde falleció.
De acuerdo con la información de la Fiscalía y según los vídeos de cámaras de seguridad, Escobedo cruzó una calle e intentó huir al sentirse amenazada pero uno de los individuos la siguió y le disparó en la cabeza.
Dos de los agresores dejaron inmediatamente el lugar a pie mientras que el homicida fue recogido por un automóvil frente al lugar de los hechos, de acuerdo con las imágenes difundidas y los primeros datos recabados por la Fiscalía.
Durante meses, Escobedo había encabezado diversas marchas y protestas en Ciudad Juárez y Chihuahua para exigir al gobernador que se hiciera justicia en el caso del asesinato de su hija, Rubí Marisol Frayre Escobedo, así como contra la impunidad en relación a los crímenes de mujeres ocurridos desde 1993 en Juárez.
En relación con la muerte de Rubí, el pasado 30 de abril fue detenido Sergio Rafael Barraza Bocanegra, quien recuperó su libertad por una aparente falta de pruebas tras ser sometido a un juicio oral.
Tras el crimen de Marisela el gobernador de Chihuahua, César Duarte, declaró a la emisora MVS que lo ocurrido ayer era un hecho que le lastimaba y llenaba "de indignación" y "frustración".
El gobernador consideró que la víctima fue "un ejemplo en Chihuahua, de vigor, de fortaleza para buscar la justicia en torno a quien asesinó a su hija hace dos años", y anunció medidas contra los jueces que dejaron libre a Barraza.
"Él, confesó, aceptó y él mismo declaró el lugar donde fueron desechados los restos del cuerpo de la hija de Marisela. Esto es lo que a nadie, la verdad, le puede caber en la cabeza la irresponsabilidad de estos jueces que pusieran en libertad a un sujeto altamente peligroso para la sociedad", dijo Duarte.
El gobernador aseguró que pedirá al Congreso de Chihuahua la "separación del cargo" de los jueces y "su desafuero para imponerles un castigo ejemplar" y tratar de que el caso no quede impune, adelantó.
Ciudad Juárez está considerada la ciudad más violenta de México, donde en lo que va de año se han registrado más de 3.100 asesinatos de los casi 12.500 ocurridos en el año, según datos oficiales. El Mundo