El FC Barcelona lucirá a partir de la temporada próxima el logotipo de la Qatar Foundation, organización del Estado de Qatar y nuevo patrocinador del club durante los próximos cinco años gracias a un acuerdo económico por el que la entidad azulgrana ingresará como mínimo 165 millones de euros. El contrato contempla el ingreso de 30 millones anuales a cuenta de la publicidad en la equipación hasta 2016, además de otros 15 que ingresará este curso por diversos proyectos de patrocinio. El acuerdo podría engrosar, como máximo, con el ingreso de otros cinco millones por bonos por títulos.
La vinculación contractual entre el Barcelona y la Qatar Foundation implica la celebración de un partido amistoso por año y el desarrollo de una serie de proyectos benéficos en Asia y África, con la participación de Unicef, la marca que ocupa actualmente la pechera del equipo azulgrana y que seguirá vinculada al club. Según ha explicado el vicepresidente económico del Barça, Javier Faus, aunque el objetivo de la junta directiva es buscar la manera de unificar los logotipos de la fundación qatarí y de Unicef, la última palabra la tendrá siempre Qatar Foundation. En cualquier caso, dijo, el compromiso del Barcelona es mantener siempre el logotipo de Unicef en su camiseta, sea o no en la pechera de la misma.
Faus, que calificó la operación de un "éxito rotundo", pues es "el contrato más alto de la historia del fútbol", asumió que la decisión no gustará a todos los socios culés. Si bien, explicó, la directiva se siente cómoda con el acuerdo por tratarse de una organización, promotora de proyectos de educación y cultura, que quiere darse a conocer al mundo a través de la educación y el deporte y de un país "progresista": "Qatar es una monarquía absolutista, no parlamentaria. Pero es una monarquía absolutista flexible comparable a países como Egipto, Siria o Armenia". Asimismo, afirmó que el acuerdo no está vinculado de ninguna manera a la concesión al país oriental del Mundial de 2022. Además, reconoció que el contrato nunca se hubiera firmado de no contemplar una deuda de 430 millones de euros: "Nuestra primera obligación es gobernar el club. No se puede ser solidario sin tener dinero y renunciar a este tipo de contratos es muy difícil. Hubieramos puesto en peligro el proyecto deportivo del club". El País