La voz tranquila, con suave acento cubano, de Guillermo Fariñas sonó hoy por los altavoces del pleno del Parlamento Europeo para pedir a la UE que no premie al régimen castrista con una relación privilegiada, como defiende el Gobierno español, mientras la democracia no se vislumbre en la isla.
Aunque con poco entusiasmo de los socialistas españoles, los eurodiputados homenajearon al disidente cubano, galardonado con el Premio Sajarov a la libertad de conciencia, frente a una silla vacía colocada en el centro del hemiciclo y junto al podio que él no ha podido ocupar porque La Habana vetó su viaje a Estrasburgo.
Fariñas demanda a la UE que no elimine la Posición Común en relación a Cuba, una declaración de 1996 que defiende la transición democrática y el diálogo con la disidencia y que el Ejecutivo Zapatero intenta suprimir desde hace años.
Aunque la declaración sigue vigente, España consiguió en octubre que los Veintisiete consideren negociar un acuerdo de cooperación política y comercial con Cuba. El próximo 31 de enero, la representante de Política Exterior de la UE, Catherine Ashton, informará del progreso hacia un pacto cuya posibilidad indigna a los opositores como Fariñas.
'Cantos de sirena'
"Mi mayor esperanza es que no se dejen engañar por los cantos de sirena de un cruel régimen de comunismo salvaje, cuya única aspiración tras aparentar supuestos cambios económicos es que la Unión y el Parlamento Europeo levanten la Posición Común, y beneficiarse de los créditos e inversiones", dijo el premiado en su discurso a distancia porque el régimen cubano puede impedir viajar a cualquier ciudadano.
"El hecho de no poder salir y regresar voluntariamente a esta isla que me vio nacer es ya por sí mismo el testimonio más fehaciente de que, por infortunio, nada ha cambiado en el sistema autocrático de mi país”, explicó Fariñas, que mencionó al principio al "mártir" Orlando Zapata, el preso político que murió en febrero en la cárcel durante una huelga de hambre para protestar por las condiciones de los detenidos.
Con más dramatismo del habitual, el Parlamento recreó la escena de la entrega del Nobel de la Paz de hace sólo cinco días alrededor del sitio vacío de Liu Xiaobo en Oslo. En Estrasburgo, una bandera cubana cubría la pequeña silla; el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, puso encima el diploma enmarcado del premio. A diferencia del disidente chino, al menos, el cubano pudo grabar su mensaje por teléfono.
La izquierda española, ausente
Sin embargo, parte de la izquierda española no tenía tantas ganas de escuchar a Fariñas. Willy Meyer, de IU, prefirió no acudir al hemiciclo durante la emisión del mensaje del disidente. Y una parte de los eurodiputados del PSOE no aplaudieron ni se levantaron como el resto de la cámara tras el mensaje, entre otros, María Muñiz, Miguel Ángel Martínez e Iratxe García.
El PSOE se queja de que el Sajarov ya se haya concedido tres veces a disidentes cubanos, Oswaldo Payá, en 2002, las Damas de Blanco, en 2005, y ahora Fariñas.
El opositor, que ha pasado una década entre rejas por su actividad periodística y se ha puesto más de una veintena de veces en huelga de hambre, defendió que el envío de ex presos a España no supone el avance que el Gobierno español o el francés alaban. "Sería un error pensar que fueron puestos en libertad, ellos y sus familiares soportan un destierro psicológico, pues sus seres más queridos resultaron extorsionados por el Gobierno neoestalisnista cubano”, dijo el periodista y psicólogo.
Fariñas pide a la UE que no firme acuerdos con Cuba hasta todos los presos políticos sean liberados, se acaben las amenazas a la oposición, se anuncie que serán eliminadas todas las leyes que "entren en contradicción con la Declaración Universal de los Derechos Humanos", se facilite la creación de partidos políticos y se acepte que todos los cubanos, también los exiliados, "tienen el derecho a participar en la vida cultural, económica, política y social".
Sus palabras tenían especial significado para los eurodiputados del Este. "Su discurso fue anticomunista y muy humanista. En muchos aspectos me recuerda a los discursos de Vaclav Havel al comienzo de nuestra democracia en Praga", dice al MUNDO.ES Edvard Kozusnik, eurodiputado conservador checo y uno de los parlamentarios que propusieron a Fariñas al premio junto al Partido Popular Europeo y el grupo encabezado por los tories británicos.
Buzek, que rogó a Raúl Castro que permitiera el viaje de Fariñas, espera ahora que Ashton "tome nota" del veto del Gobierno cubano.
Pero la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, aseguró ayer que la retención del disidente no afectará a las conversaciones entre la UE y Cuba. "Creo que estamos hablando de cuestiones diferentes", subrayó la jefa de la diplomacia española, que defendió las charlas con La Habana "más allá de otras cuestiones que puedan suceder en el camino".
Interrogada por un reportero sobre la falta de voluntad de Cuba, contestó: "Está hablándome de un hecho, yo le pongo en el otro lado las 54 personas que han liberado". La ministra, además, destacó que España tiene una "relación muy fluida" con el régimen cubano. El Mundo