La holandesa Tanja Nijmeijer y otros 17 miembros de la guerrilla colombiana de las FARC fueron acusados formalmente en Washington por su participación en el secuestro de tres ciudadanos estadounidenses en Colombia, informó el Departamento de Justicia.
La holandesa Nijmeijer, de 32 años y miembro confeso de las FARC desde 2002, así como otros 17 presuntos integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia afrontan cargos por conspiración para cometer secuestro, por uso de armas en un crimen violento y por conspiración para apoyar a una organización calificada oficialmente por Estados Unidos de formación terrorista extranjera.
Todos están acusados de haber participado en el secuestro de los estadounidenses Marc Gonsalves, Keith Stansell y Thomas Howes,capturados tras ser abatida su avioneta en 2002 y liberados casi seis años más tarde en una espectacular misión del Ejército colombiano en la que también se logró la libertad de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.
Varios de ellos también afrontan cargos de asesinato premeditado por la muerte del piloto estadounidense de la avioneta de vigilancia antidroga en que viajaban los secuestrados, así como por la del sargento colombiano Luis Alcides Cruz que los acompañaba. "No cejaremos en nuestra búsqueda de todos los responsables de este crimen", afirmó el fiscal general adjunto para Seguridad Nacional, David Kris, al dar a conocer las acusaciones, por las que enfrentan penas máximas de 60 años -según los pactos de extradición vigentes con Colombia- y mínimas de 30.
"La acusación de hoy demuestra nuestra firme decisión de llevar ante la justicia hasta el último comandante de las FARC que participó en este brutal acto de terrorismo", dijo por su parte el fiscal del Distrito de Columbia, Ronald Machen.
Según el Departamento de Justicia, la acusación "arroja nueva luz"además sobre el "aspecto internacional" de los secuestros perpetrados por las FARC, así como el transporte de los rehenes "en ocasiones" fuera de Colombia y "hacia la república de Venezuela para impedir que la policía y militares colombianos los rescataran".
"Las FARC han autorizado el uso de la violencia y los ataques contra ciudadanos estadounidenses para avanzar en su misión terrorista", sostuvo al respecto el agente especial de la división en Miami del FBI John Gillies. El Mundo