sexta-feira, 10 de dezembro de 2010

La diplomacia española dice que Chávez es un 'payaso' y Venezuela, un desastre

Los responsables de la política exterior española no tienen muy buena opinión de algunos líderes iberoamericanos, especialmente del presidente venezolano, Hugo Chávez, a quien la actual ministra, Trinidad Jiménez, llegó a calificar de "payaso".
Así figura en alguna de las comunicaciones enviadas por la embajada de Estados Unidos en Madrid al Departamento de Estado desveladas por WikiLeaks, en las que también se habla de rivalidad entre Jiménez y su antecesor en el cargo, Miguel Ángel Moratinos.
Chávez es el líder iberoamericano que sale peor parado y, así, varios interlocutores españoles de los estadounidenses -incluido el presidente del Gobierno- coinciden en que la situación en Venezuela es "un desastre".
Los diplomáticos españoles explicaron a los estadounidenses las dos visitas que realizó el presidente venezolano a España -2005 y 2009- como resultado de "la fuerte insistencia" de Chávez, la primera, y, en cuanto a la segunda, el subdirector general de asuntos andinos, Javier Triana, aseguraba que "se autoinvitó".
Según los documentos, Trinidad Jiménez cree que Chávez "está en otro mundo" y que "es un bestia, pero no un estúpido".
Los dos agujeros negros de la región son, según Moratinos, Venezuela y Cuba, y respecto a este último país, los cables de la embajada estadounidense apuntan al desdén de Zapatero por Castro y la Cuba que dirige y subrayan que el presidente español no ha querido reunirse con él.
Tampoco con el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, de quien Trinidad Jiménez dijo que era el peor de los líderes con los que ella trabajaba y a quien Bernardino León tildaba de "errático, imprevisible o causa perdida".
Mejor opinión tiene la diplomacia española de Evo Morales, ya que aunque se le ve como "ignorante e inexperto", según Moratinos, también el ex ministro destacaba su honestidad y su conciencia.
Los presidentes de México, Felipe Calderón, y de Brasil, Luiz Inácio Lula de Silva, son los líderes naturales de la región, según Trinidad Jiménez, quien, en el caso argentino, mostraba sus reservas sobre "la excesiva dependencia" de Cristina Fernández de su marido, Néstor Kirchner. El Mundo