Julian Assange no pasará la Navidad entre rejas. Así lo ha decidido este martes el juez de distrito Howard Riddle, que ha aceptado la petición de sus abogados para revocar la prisión preventiva y concederle la libertad condicional. La próxima vista judicial se celebrará el 11 de enero de 2011.
Hasta entonces, el fundador de Wikileaks permanecerá fuera de prisión con unos requisitos. El más importante, una fianza de 200.000 libras: unos 240.000 euros al cambio actual. Pero también la observación de un toque de queda, la entrega del pasaporte y la instalación en su muñeca de una pulsera electrónica.
La Fiscalía dispone de dos horas para recurrir la decisión ante una instancia superior. Una circunstancia que podría demorar la liberación de Assange y obligarle a pasar una noche más en la cárcel de Wandsworth, según ha explicado uno de sus abogados al diario "The Times".
Hasta la próxima vista, Assange tendrá su residencia en el domicilio del capitán Vaughan Smith. Así lo ha anunciado su letrado Geoffrey Robertson: australiano como Assange, autor de un libro reciente contra el Papa y uno de los abogados mejor pagados del Reino Unido. La decisión del juez la ha saludado un grito de júbilo dentro y fuera de la sala, donde unas decenas de manifestantes protestan por el proceso contra Assange.
Por ahora el juez ha preferido no entrar en el fondo del asunto. Los argumentos a favor y en contra de la extradición no se discutirán hasta la próxima vista. Pero decida lo que decida la Justicia sobre su extradición, Julian Assange ya puede presumir de haber hecho historia judicial. La vista de hoy es la primera que se twittea en el Reino Unido.
Al australiano se le acusa de cuatro delitos sexuales. Entre ellos, uno de violación. Sus presuntas víctimas son Anna Ardin y Sofia Wilen: dos mujeres que Assange conoció en Suecia en agosto y con las que según él mantuvo relaciones sexuales de mutuo acuerdo. La versión de la Fiscalía sueca es bien distinta: asegura que a una la violó y a otra la penetró sin condón mientras dormía.
A las presuntas víctimas se las ha acusado en los foros digitales deactuar por despecho y de ser un instrumento del Pentágono. Dos extremos de los que se quejó esta semana su abogado sueco en las páginas del diario 'The Guardian' pidiendo respeto para sus clientas y para el sistema judicial de su país. El Mundo