segunda-feira, 13 de dezembro de 2010

Los Legionarios de Cristo oficializan su distancia de su fundador, Marcial Maciel

La Legión de Cristo, fundada por el sacerdote mexicano Marcial Maciel (1920-2008), oficializó este lunes una serie de medidas para eliminar por completo las referencias al fundador en la congregación, después de que el Vaticano reconoció sus abusos sexuales.
Las disposiciones, publicadas en la página de Internet de la Legión, establecen que en los centros de la congregación no podrán colgarse fotos de Maciel y que la manera de referirse a él será "fundador" o "Padre Maciel", pero no "Nuestro Padre", como era habitual. Tampoco se venderán sus escritos o textos de conferencias.
Además, no se festejarán las fechas relativas a su persona, como el día de su nacimiento o de su ordenación sacerdotal, mientras que el aniversario de su muerte, 30 de enero, "será un día dedicado especialmente a la oración".
El decreto fue emitido por el director general de los Legionarios de Cristo y del movimiento laico Regnum Christi, Álvaro Corcuera, con autorización del delegado nombrado por el Vaticano para la reestructuración de la orden, Velasio De Paolis.
Otra de las disposiciones señala que no habrá honores especiales en la cripta del cementerio de la ciudad mexicano de Cotija donde reposan sus restos.
Los criterios se hacen extensivos a todas las cuestiones no mencionadas de manera explícita, pero que vayan en la misma línea.
Lo único que se permitirá, "respetando la libertad personal de los legionarios de Cristo y miembros consagrados del Regnum Christi", es que, el que así lo desee, pueda conservar de manera privada alguna fotografía, leer sus escritos o usarlos en la predicación.
La Legión de Cristo admitió en marzo los abusos de su fundador, después de negarlas durante décadas, en medio de una investigación del Vaticano.
No solamente se comprobó que eran ciertos los abusos denunciados por seminaristas y estudiantes, sino también que, además, Maciel había tenido durante décadas dos familias paralelas, con tres hijos propios y uno adoptado. El Mundo