Perdió el rastro de su hijo en noviembre del 2007. Jackson, 16 años, salió de casa a jugar canicas y prometió regresar en cuestión de horas. No obstante, se convirtió en meses, años y quién sabe cuánto tiempo más.
Angélica, su madre, recuerda su vestimenta como si fuera ayer. Desesperada partió en su búsqueda desde Florencia, departamento de Caquetá, ubicado en el sur de Colombia. Morgues, cementerios, unidades de desaparecidos y hasta filas guerrilleras y paramilitares penetró la mujeren busca de noticias de su hijo. Sin embargo, se lo tragó la tierra.Nadie sabe de su paradero. La víctima piensa que sin ver el cadáver nadie puede dar por muerto a su ser querido. Aún guarda las esperanzas de encontrarlo vivo.
El chico, hoy de 19 años si aún está con vida, es parte de los más de51.000 colombianos desaparecidos en este país en las últimas décadas, según un estudio realizado por el Grupo de Trabajo para América Latina (Lawg), y la Oficina en Estados Unidos sobre Colombia.
De esta cifra, dice el informe, al menos 32.000 serían desapariciones forzadas protagonizadas por las FARC, paramilitares y hasta uniformados del Ejército y la Policía.
En el primer párrafo del documento se informa que "Colombia tiene uno de los índices de desapariciones forzadas más altos en el mundo. Y pone de ejemplo que en América Latina la mayoría de la gente piensa que Chile (3.000 personas asesinadas o desaparecidas), o Argentina (30.000 personas desaparecidas durante la guerra sucia), llevan la delantera con el número de ciudadanos extraviados de sus casas, "pero información reciente desvela las trágicas dimensiones de los desaparecidos en Colombia", expresa el oficio.
El estudio denominado "Rompiendo el Silencio: en la búsqueda de los desaparecidos de Colombia", reconoce que desde 2007 este territorio se preocupa por consolidar oficialmente el número de personas de quien se desconoce su paradero.
La cifra de desaparecidos va en aumento
"A noviembre de 2010 las estadísticas oficiales registran más de 51.000 desapariciones, cifra que incluye a ciudadanos que podrían estar vivos.Más de 1.130 casos nuevos de desapariciones forzadas han sido registrados en los últimos tres años. Aún así, la cifra total se desconoce".
Para el Grupo de Trabajo para América Latina (Lawg), y la Oficina en Estados Unidos sobre Colombia es claro que hay muchas desapariciones forzadas sin ser incluidas en las bases de datos, entre ellos, defensores de derechos humanos, sindicalistas, afro- colombianos, indígenas, jóvenes, niños en zonas rurales de conflicto(...).
También que en la década del 90 cuando se expandió el fenómeno paramilitar en Colombia se dispararon las desapariciones a manos de las AUC. "Los paramilitares solían destruir los cadáveres de las víctimas, sepultarlos en fosas comunes o arrojarlos a los ríos".
Pese a esto, solo hasta el 2004 0 2005 organizaciones de derechos humanos optaron por no quedarse callados y denunciar sus calvarios, pese a recibir amenazas de muerte, desplazamientos y presiones.
"Los parientes de los desaparecidos enfrentan muchos obstáculos y a muchos de ellos se les ha forzado a declarar muertos a sus seres queridos y a detener la búsqueda a cambio de poder recibir la asistencia financiera que se ofrece a las víctimas", dice el texto.
Recomiendan reforzar la búsqueda
Por último, el estudio recomienda al Gobierno colombiano fortalecer la Comisión Nacional de Búsqueda y elaborar una estrategia oficial para garantizar los derechos de las víctimas durante las indagaciones, exhumaciones y procesos judiciales.
El grupo investigador pide al Gobierno de Estados Unidos que inste a Colombia a tomar medidas. "La Usaid debería ampliar los fondos económicos que actualmente otorga a las asociaciones de familiares de desaparecidos y organizaciones de desaparecidos y pide que el Departamento de Estado debería suspender la asistencia a unidades de las fuerzas armadas colombianas que estén imputadas de participar en ejecuciones extrajudiciales y desapariciones.
Mientras el exterior se preocupa por las víctimas de Colombia, la cifra sigue aumentando diariamente. El Mundo