sexta-feira, 14 de janeiro de 2011

Tucson despide a la niña de nueve años que nació el 11-S y murió en la masacre

La familia de Christina Taylor Green, la niña del 11-S que falleció en la masacre de Arizona, quiso celebrar un funeral privado y lejos de los reflectores. Pero cientos de vecinos iniciaron desde primera hora de la mañana el 'peregrinaje' hasta la iglesia de adobe de St. Elizabeth Ann Seton, incluidos grupos de niños con alas de ángel y decenas de motoristas con chaquetas de cuero y a lomos de sus Harley Davidson.
No aparecieron finalmente los 'demonios' de la Iglesia Baptista de Westboro, especialistas en montar piquetes en los funerales, que amenazaron hasta el último momento con empañar el sentido homenaje que le dedicó Tucson a su 'ángel' particular.
"Christina era una niña pequeña con la sabiduría de una mujer", dijo el obispo local, Gerals Kicanas, en la despedida flanqueada por una bandera gigante del 11-S, traída para la ocasión por los bomberos de Nueva York.
Varios representantes de la liga profesional de béisbol (la pasión de Cristina, jugadora de la 'pequeña liga' de Arizona), políticos locales, profesores y estudiantes del colegio de Mesa Verde (donde había sido elegida recientemente como la miembro más joven del consejo escolar) se sumaron a un acto íntimo y alejado del tumulto de los medios.

Palabras de los padres

Sus padres, John y Roxanna Green, agradecieron las muestras de apoyo llegadas de todo el país, incluida la del presidente Obama, que el miércoles se reunió con ellos y dedicó a la niña las palabras más emotivas de su discurso en Tucson: "Christina estará dando ahora saltos en los charcos del cielo (...) Quiero que todos nosotros cumplamos sus expectativas. Quiero que nuestra democracia sea tan buena como ella la había imaginado".
René Brinkman, como tantos otros, se desplazó hasta la iglesia con una bandera norteamericana y se lo pensó mucho antes de calificar como "buena" la llamada a la unidad de Obama: "Lo que necesitamos es más comprensión por los dos lados".
"Ojalá que todo cambie, como ha cambiado ya estos días, y todos seamos capaces de entendernos mejor sin llegar a los extremos", dijo la mexicana Lourdes Saavedra, madre de tres hijos, antes de rezar por la niña desaparecida. "Todo va a cambiar con el valor de Dios, y como muy bien dijo Obama", afirmó el también mexicano ("y naturalizado en el 68, cuando todo era mucho más fácil") Santos Álvarez, directivo del Lions Club de Tucson.
Leslie Graham, vestida de ángel junto a su padre, acudió a la convocatoria de 'Angel Action', el grupo surgido para 'proteger' a las familias que quieren despedir a sus víctimas con "el honor y el respeto que se merecen" y sin miedo a las protestas.
Christina Taylor Green fue una de las seis víctimas mortales del tiroteo del pasado sábado a la entrada del supermercado Safeway. La niña fue al acto electoral de Gabrielle Giffords –'El Congreso en su esquina'- con una vecina que se había prestado a llevarla, dado el interés de la niña por la política y su deseo de conocer en persona a la congresista. El Mundo