El futbolista paraguayo Salvador Cabañas volvió este jueves a hacer fútbol, esta vez junto al plantel del club Libertad, actual campeón del fútbol de su país, a poco más de un año de haber recibido un balazo en la cabeza en un bar del sur de Ciudad de México.
Su presencia en el estadio "Nicolás Leoz" de Asunción alteró la rutina y muchos hinchas se hicieron presentes para ver a quien aún es considerado un ídolo nacional.
"Está moviéndose a la par de todo el grupo. Su presencia conmovió al club, a su familia, al fútbol paraguayo y a muchos hinchas que acudieron al estadio", dijo Iván Servián, vocero de prensa de Libertad.
Servián comentó que, a pesar de que Cabañas aún tiene la bala alojada en la cabeza, "corre y patea" el balón sin evidenciar ninguna molestia, hecho que ha sido recibido con entusiasmo y algarabía en el ambiente deportivo del país.
"La familia está contenta. Ya hace más de un año que se accidentó. Estamos ayudando para que salga adelante", dijo hoy Dionisio Cabañas, el padre del jugador, en declaraciones radiales.
Más temprano, el uruguayo Gregorio Pérez, técnico de Libertad, reveló que la idea de invitar a Cabañas a entrenar en el club "se venía manejando desde hace un tiempo".
Hoy recibió una comunicación de Horacio Cartes, el presidente de la institución, que le anunció que Cabañas se iba a presentar hoy para entrenarse con el grupo, lo que Pérez consideró "un orgullo".
El futbolista paraguayo estaba jugando en el América de México cuando sucedió el incidente del 25 de enero de 2010 y, desde entonces, tras el período de convalescencia en ese país, en Argentina y en Paraguay se generó un conflicto legal por presuntos haberes impagos.
El diferendo aún está por dirimirse y, aunque tribunales mexicanos se pronunciaron a favor del club azteca, existe la posibilidad de algún entendimiento amistoso. El Mundo