terça-feira, 8 de fevereiro de 2011

Los manifestantes egipcios ignoran las promesas del régimen y vuelven a llenar la plaza de la Liberación

Pese a las medidas de apertura del régimen de Hosni Mubarak, la revuelta contra el líder egipcio, que lleva 30 años en el poder, se mantiene viva. Decenas de miles de personas vuelven a abarrotar hoy la plaza de la Liberación de el Cairo, epicentro de las protestas contra el dictador. Cientos de personas más esperan en largas colas para entrar. En una nueva jornada de movilizaciones masivas, los manifestantes ignoran las medidas anunciadas por el Gobierno y aseguran que seguirán en la plaza hasta que Mubarak deje el poder. Hoy, el vicepresidente egipcio, Omar Suleimán, encargado de pilotar las negociaciones con la oposición, ha asegurado que Egipto tiene un plan y un calendario para un traspaso de poder pacífico, anunciado el nombramiento de una comisión para la reforma de la Constitución y prometido que el Gobierno no perseguirá a los manifestantes que, durante dos semanas ya, han pedido y piden el fin del régimen de Mubarak.


Sin embargo, estas tímidas reformas para ganar tiempo convencen a los ciudadanos y miles de ellos siguen apostados en la plaza de la Liberación de El Cairo, epicentro de una revuelta que ha puesto al borde del abismo al régimen de Mubarak. Para hoy hay convocada una nueva jornada de protesta masiva para marcar el inicio de la tercera semana de revuelta y pasado el mediodía la plaza de la Liberación está abarrotada por miles de personas. Se han formado dos largas colas en los controles de acceso a la plaza -entre las dos suman cerca de un kilómetro-, que dan la vuelta ya al Corniche del Nilo -la calle que discurre paralela al río- y el puente Kasser Al Nil está lleno de gente esperando para entrar. Aunque la ciudad intenta recuperar poco a poco la normalidad, miles y miles de cairotas pasan cada día por la plaza: Además de los que llevan días acampados, muchos pasan por la plaza en algún momento del día, antes o después de trabajar y ese tránsito se aprecia en los alrededores del epicentro de la revuelta. A estas horas, la plaza registra su máxima afluencia, hasta en torno a las cinco de la tarde.
Dentro, los vendedores de comida, las familias o individuos que acampan se mezclan con los que van y vienen y pueden participar en actividades y manifestaciones. Esta mañana, se una manifestación solo de mujeres ha recorrido parte del recinto y ha habido dos mítines. Otros pasean por la zona en la que se exponen fotos de los fallecidos en la revuelta, rindiendo su personal homenaje. También había convocado un acto en el que intelectuales y cineastas pretendían mostrar su apoyo a la revuelta, pero ha sido pospuesto, probablemente por la imposibilidad de llegar a tiempo de algunos participantes, debido a los controles de acceso. A los que no se deja acceder a la plaza es a los periodistas que no tienen la acreditación en el país. Pese a la gran aglomeración de gente, no se registran por el momento incidentes.
Los manifestantes, además, no pierden la esperanza ni las ganas de que su protesta lleve al fin a la marcha del presidente Mubarak. Entienden que las concesiones del régimen, las pequeñas medidas de apertura no tienen nada que ver con lo que exigen desde hace dos semanas y prometen no cejar en la protesta hasta que Mubarak se vaya. También desdeñan a aquellos que aseguran que los concentrados en la plaza no representan a todo Egipto. "Por cada egipcio que hay en la plaza, hay toda una familia que apoya la revuelta aunque no pueda estar en ella", decía esta mañana un joven manifestante.
Una hora de ruta para la transición
Mientras, el régimen sigue anunciando medidas que puedan contentar a los manifestantes y apagar un tanto la protesta. Egipto tiene un plan y un calendario para una transición pacífica y un traspaso de poder, ha declarado esta mañana el vicepresidente y hombre fuerte del régimen en estos momentos, Omar Suleimán, tras reunirse con el presidente Mubarak. Asegura, además, que el Gobierno no perseguirá a los manifestantes que piden la caída del rais -numerosos líderes juveniles han sido liberados en los últimos días, aunque se sigue deteniendo a gente.
"El presidente da la bienvenida al consenso nacional, confirmando que estamos en la buena dirección para salir de la actual crisis", ha dicho Suleimán tras reunirse con Mubarak para tratar el proceso de diálogo entre el régimen y los partidos de oposición que iniciaron el domingo. "Se ha fijado una clara hoja de ruta con un calendario para llevar a cabo un pacífico y organizado traspaso de poder", ha dicho Suleimán en televisión al término del encuentro. Ha subrayado el vicepresidente "la necesidad de seguir el proceso de diálogo" iniciado el domingo con la oposición.
Asimismo, Suleimán ha informado de que Mubarak ha nombrado una comisión para enmendar la constitución. El presidente "ha firmado un decreto en virtud del cual forma una comisión que tendrá como misión aportar reformas a la Constitución", ha dicho Suleimán. Las reformas constitucionales tendrán que ver con la duración y el límite de los mandatos presidenciales. Ya el domingo, el vicepresidente anunció la creación de esta comisión, además de otras medidas, como ampliar la libertad de prensa o la liberación de los presos "de conciencia", tras reunirse con representantes de las fuerzas opositoras, entre ellos los Hermanos Musulmanes, el espantajo islamista usado para justificar la dictadura.
Son algunas de las medidas que el régimen de Mubarak, que se resiste a caer -el presidente solo ha anunciado que no optará a una nueva reelección en septiembre- ha tomado para poder sobrevivir. El domingo se produjo una reunión entre Suleimán y los opositores, en la que se esbozaron algunas reformas. Ayer, se anunció una subida de sueldo a los funcionarios y una subida de las pensiones. También se ha ido poniendo en libertad a algunos líderes de la revuelta y se ha anunciado una revisión de los resultados de las elecciones legislativas de diciembre, consideradas un enorme fraude. El País