A primera hora de la mañana, el presidente ecuatoriano decretó la emergencia y estado de excepción en el país y ordenó la evacuación obligatoria de la población del perfil costanero y el territorio insular de Galápagos, hacia lugares altos, en prevención de los efectos de un tsunami que llegaría a las costas ecuatorianas a las 17:00 (hora local).
Si bien el Mandatario aclaró que no se conoce la magnitud del tsunami y tampoco se tiene seguridad de que el oleaje, provocado por el terremoto de en Japón, llegará a las costas ecuatorianas, fue firme en advertir que bajo el estado de excepción todos los ciudadanos de las zonas en alertas deben cumplir la disposición de evacuar "para salvaguardar las vidas humanas".
Correa además pidió que los pescadores no salgan a las costas y comunicó que los bienes de los evacuados serán resguardados por policías y militares. “Es una situación de grave emergencia nacional”, dijo el Mandatario por lo que también dispuso la suspensión de clases y labores en las zonas evacuadas.
"Hay tiempo suficiente, están funcionando protocolos, necesitamos la colaboración de la ciudadanía para, que sin pánico, proteger las vidas humanas. Nadie puede quedar en perfil costanero", dijo Correa.
En las islas Galápagos los habitantes serán dirigidos a zonas altas, según dispuso el Comité Operativo de Emergencias (COE) y de ser necesario, podrían ser evacuados hacia el Continente.
El Gobernador de Galápagos, Jorge Torres, señaló que se ha dispuesto la movilización de las personas, particularmente de la Isla Isabela, hábitat de una diversidad de especies, que podría ser la más afectada.
El monitoreo y la coordinación de las instituciones que conforman el sistema para enfrentar riesgos será permanente y se mantendrá informada a la ciudadanía sobre la evaluación del evento que conmueve al mundo.
Las medidas emergentes se adoptan en medio de la Cumbre de Cancilleres de la Unión de Naciones Unasur y la colocación de la primera priedra del edificio que será sede de organsimo regional, que se levantará en la Mitad del Mundo, a 12 kilómetros de Quito, la capital ecuatoriana. El Mundo