La familia del presidente chileno Salvador Allende (1970-1973), cuyos restos fueron exhumadoseste lunes, solicitó al Ejército que ayude a localizar el fusil del que supuestamente salió el disparo que terminó con su vida.
"Nuestros abogados han solicitado al Ejército que colabore, porque nosotros sabemos que esto lo incautó el Ejército", declaró la senadorasocialista Isabel Allende, hija del mandatario, muerto el 11 de septiembre de 1973, día del golpe de Estado de Augusto Pinochet.
Según la parlamentaria, tras la incautación por parte del Ejército, el fusil de asalto AK-47 -regalado a Allende por Fidel Castro- pasó a manos de la Policía de Investigaciones, que lo sometió a algunas pericias, todo esto "inmediatamente después del golpe", en 1973.
"Supuestamente lo regresaron al Ejército, por lo tanto debería aparecer", apuntó Isabel Allende, quien desde que se produjo la asonada militar no volvió a saber nada más del paradero del fusil.
La familia, según dijo la senadora, insiste en que el fusil "está en manos del Ejército o debiera estar" en su poder, por lo que espera "su colaboración para recuperarlo" porque "es un objeto histórico a estas alturas de la vida".
Además de ese valor histórico, contar con el arma también facilitaría las pericias a las que se someterá el cuerpo de Allende, exhumado este lunes con el fin de certificar que su muerte se debió a un suicidio o indagar una posible participación de terceros.
"El objetivo es poder tener el máximo de pruebas posibles", señaló Isabel Allende.
Efe consultó al Ejército si dispone de información acerca del paradero de ese fusil y está a la espera de un posible pronunciamiento de esa rama castrense.
Por otra parte, el tanatólogo español Francisco Etxeverría, que forma parte del grupo de expertos internacionales que colaborará en los exámenes de los restos de Allende, aseguró que en "unas pocas semanas" tendrán una opinión cualificada sobre las circunstancias de su muerte.
Sin embargo, el equipo de especialistas se demorará "más en redactar y en elaborar el informe pericial", por lo que no será hasta dentro de "unos pocos meses" cuando se conocerá su opinión, explicó a Radio Cooperativa.
En su opinión, la hipótesis es solo "una" y corresponde a la versión más aceptada, defendida incluso por la familia, según la cual Allende se suicidó disparándose en la barbilla, mientras los militares sublevados atacaban por tierra y aire el palacio presidencial de La Moneda.
Sin embargo, matizó que "a esa hipótesis le han surgido algunas dudas", dado que coincide con la "versión oficial que se deriva de la intervención de la Fiscalía Militar, que puede ser cuestionada ahora porque fueron tiempos de poca credibilidad", dijo en alusión a la dictadura.
Además de la versión más extendida, han aparecido hipótesis que sugieren que Allende pudo ser asesinado o que falló al suicidarse y que uno de sus colaboradores más cercanos le dio un tiro de gracia.
La investigación se abrió el 26 de enero, cuando la Fiscalía presentó ante el juez Carroza 726 querellas por violaciones de los derechos humanos correspondientes a casos que nunca antes habían sido investigadas por la Justicia, entre ellos el del fallecido mandatario.
EL MUNDO
