Son como la hidra de Hércules. Cortan una cabeza y nacen siete nuevas. Las llamadas 'Bacrim' –bandas criminales de nueva generación-tienen tal capacidad de reproducirse y transformarse, que se han convertido en la nueva pesadilla del Gobierno colombiano. Desde que Juan Manuel Santos asumió la presidencia, han detenido a unos siete mil de sus integrantes, algunos de los cuales son importantes cabecillas. Pero nada cambia y la violencia escala.
En los últimos días se han producido ocho masacres en distintos puntos del país, que han causado al menos treinta y seis muertos, algunos menores de edad. Los asesinatos estarían relacionadas con la guerra que libran distintas bandas por el control de las rutas del narcotráfico y del negocio llamado micro-tráfico (la venta al por menor de drogas en núcleos urbanos).
"En la última semana se han perpetrado ocho de esta acciones criminales en los municipios de Lorica, Sahagún y Montelíbano (departamento de Córdoba), Cúcuta (Norte de Santander), Barbacoas y Tumaco (Nariño), Saravena (Arauca) y en Barranquilla (Atlántico)", recordó el Defensor del Pueblo, Volmar Pérez, en un comunicado. Y exhortó a la Fiscalía y a la Policía intensificar su labor para frenar sus acciones.
El Mundo
