sexta-feira, 5 de novembro de 2010

Plantando algo más que ideas para disponer de aceite de palma sostenible

(CNN) — Las plantaciones de aceite de palma tienen mala reputación entre los ecologistas. Con frecuencia, filas de palmas de aceite reemplazan a los bosques tropicales, después de haber sido talados sin misericordia por compañías madereras, a veces ilegalmente. Pero ahora la creciente presión de los consumidores y de grupos ambientales ha empezado a resultar en cambios en las plantaciones de Malasia.

Los propietarios no están destruyendo los multimillonarios cultivos, pero al menos están buscando una forma más sostenible para produciraceite de palma.

La Mesa Redonda para el Aceite de Palma Sostenible (RSPO, por sus siglas en inglés) es una iniciativa reciente que le da a la industria una mejor reputación, y junta a los representantes de toda la cadena productiva del aceite de palma: desde productores y los bancos que los financian, hasta las tiendas distribuidoras, e incluso los consumidores.

Para ser certificadas, las plantaciones deben adoptar cientos de medidas verdes o ecológicas, entre las que se encuentra el establecimiento de áreas protegidas junto a ríos en donde la selva se puede regenerar.

Algunos administradores de plantaciones van más allá, plantando árboles en peligro de extinción para enriquecer esas zonas con especies que están desapareciendo rápidamente en otros lugares del sudeste asiático.

El cultivo nunca reemplazará a las decenas de miles de hectáreas de selva perdida, pero es un cambio significativo con respecto a las actitudes del pasado.

Geoffrey Cooper es uno de los últimos cultivadores europeos en la industria de aceite de palma en Malasia. Él es ahora un ambientalista evangélico que dejó atrás su antecedente como administrador de plantaciones por más de un cuarto de siglo en Asia y África.

Él creció en Malasia después de que sus padres llegaran allá provenientes de Escocia a mediados de la década de 1950, cuando su padre asumió el cargo de ingeniero de plantación, y ahora es un apasionado de su trabajo.

Cooper administra un terreno de 10,000 hectáreas, antes un cultivo de azúcar, conocido como United International Enterprises, para United Plantations (UP), a alrededor de tres horas al norte de la capital, Kuala Lumpur.

UP es una empresa danesa y en 2008 fue la primera compañía en el mundo en ser certificada por la RSPO.

Cooper cree que a pesar de la terrible reputación que la industria se ha ganado, es posible dar pequeños pasos para empezar a hacer más sostenible el aceite de palma.

"Tenemos que empezar en algún lugar, podemos devolver el tiempo, no hay duda. Y como grupo estamos comprometidos a hacerlo y también lo están otras grandes plantaciones en el país", dice Cooper.

CNN México